domingo, 11 de octubre de 2009

Técnica terapéutica

La bioenergética es una técnica terapéutica cuyo objetivo es ayudar a las personas a reconquistar su naturaleza primaria, que es la condición de la libertad, el estado de gracia y la calidad de su hermosura. Libertad, gracia y belleza son los atributos naturales de todo organismo animal. La primera consiste en la ausencia de trabas internas a la expresión de los sentimientos, la gracia, es la expresión de esta expansión, y la belleza es la manifestación de la armonía interior que engendra dicha expansión.
En este campo de interés sobre el cuerpo se incluyen técnicas de respiración, de movimiento, de sentir y expresarse a sí mismo. El que no respira profundamente, ni se mueve con libertad, no se siente en plenitud y obstaculiza la expresión de sí mismo, limitando de esta manera la vida de su cuerpo.
Ayudar al individuo a abrir su corazón a la vida y al amor es la premisa fundamental de esta técnica.

El corazón está bien protegido en su jaula ósea y con fuertes defensas psicológicas y físicas. Pasar por la vida con el corazón cerrado es como atravesar el océano aprisionado en el casco de una nave.
La bioenergética es la aventura del descubrimiento de sí mismo, se diferencia de otras exploraciones análogas por el campo del Yo, porque trata de entender la personalidad humana, en función del cuerpo, tiene como fundamento la idea de que el individuo ES su cuerpo. Lo que dice el Dr. Alexander Lowen, creador de la técnica, es que los procesos energéticos del cuerpo determinan lo que ocurre en la mente. No hay persona que exista separada del cuerpo vivo en que tiene su ser y a través del cual se expresa y se relaciona con el mundo que lo rodea.
En general se comienza con la respiración, desde el inicio de los talleres grupales, como así también en las sesiones individuales, se estimula a las personas para que respiren más hondo. Sólo con este contacto es muy posible que comiencen a aparecer los sentimientos. Estos sentimientos pueden ser expresados porque se utiliza una amplia batería de ejercicios para ayudar al individuo a que se abra a sus emociones y también a que pueda verbalizar lo que siente.La terapia bioenergética utiliza también el análisis verbal incluyendo la interpretación de los sueños, el análisis de las resistencias y la transferencia. Indagar y profundizar el origen de los sentimientos expresados es una ruta al inconsciente a través de la lectura del lenguaje corporal en la zona de rigidez y tensión.




EL ENRAIZAMIENTO

Como su nombre lo indica el enraizamiento, punto fundamental de la teoría del Dr. Lowen, tiene que ver con el desarrollo y la toma de conciencia de nuestras raíces en la tierra. Este concepto es planteado teórica y prácticamente como la fuente desde donde surge la energía curativa. Desde la bioenergética se trabaja con el cuerpo físico, con determinados ejercicios principalmente de pie.

Se ejercitan distintos tipos de posturas, desde los pies, las piernas, la columna y se realizan diversos adiestramientos para poder enraizar el cuerpo. Esto significa tener los pies sólidamente plantados en el suelo o estar completamente en contacto con él, aportando así el concepto de “suelo” como base del sentido de realidad. El proceso terapéutico busca enraizar a la persona para conectarla con la realidad, permitiéndole liberar o descargar energía.
El ser humano desde que nace, desde las distintas problemáticas que va teniendo y en relación a la situación familiar y luego de acuerdo a su inserción social, escolar, etc., puede ir creando una patología o un problema. Se van instaurando defensas para no conectarse, ya sea por el miedo, la angustia, el dolor o la tristeza, se crean corazas. De esta manera se va instaurando un aspecto caracterial de la persona que se evade de lo esencial. A través de este trabajo desde la bioenergética y del healing, lo que se intenta es llegar a la esencia de la persona y desarticular esos bloqueos que fueron instituidos por lo familiar y las circunstancias sociales que rodean al individuo.

Lo que se intenta es desbloquear esas corazas caracteriales que van quedando rigidizadas y se manifiestan en el carácter.
Cuanto más temprano se trabaja, más fácil es disolver esa coraza. Cuanto más malsano es el medio que nos rodea mayor patología se desarrolla.
La diferencia entre los ejercicios de bioenergética y la meditación en healing es que en el healing se trabaja en quietud, con meditación dirigida, se trabaja el enraizamiento, en cambio en bioenergética trabajamos con ejercicios en movimiento.

HEALING

Proceso de cura, plenitud.
El healing, que en inglés significa cura, es un arte milenario de conocimiento vinculado a la salud, a la espiritualidad, a la educación, al arte y al desenvolvimiento humano. Comprende cuatro bases esenciales de trabajo:
1º) contacto con el cuerpo físico y el sutil, con sus raíces orgánicas y energéticas, anatómicas y fisiológicas, que forman un único campo con su atmósfera y su aura.
2º) aperturas a otras dimensiones a partir del área de la individualidad, que es una cualidad que está en permanente cambio, valiéndose de la anatomía y fisiología humana, como fuente de liberación, cambio e integración energética.
3º) profunda vinculación con las creencias, este espacio sagrado de ligazón con las estructuras de espiritualidad de cada persona.
4º) inclusión permanente de estructuras de polaridades, verticales y horizontales, internas y externas.

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El Healing por lo tanto no es un abordaje estrictamente corporal y terapéutico, es en esencia un trabajo de auto desenvolvimiento, auto cuidado, y auto responsabilidad. Promueve el contacto entre las dimensiones de los cuerpos espiritual, mental, astral, físico y etérico, de las personas, facilitando sus procesos de salud, de educación y de creatividad.
Los sistemas de los centros de energía (chakras), meditación y ejercitación con circulación energética son utilizados como estructuras para la preparación y percepción directa y la expresión de potencialidades de cada individuo y su expresión espiritual a través del cuerpo.
El healing funciona como una estructura de soporte para conectar al ser humano como parte de un todo.
Este proceso genera una reflexión profunda en el desenvolvimiento de la conciencia individual, cultural y colectiva y una expansión natural hacia una conciencia renovadora, progresiva e integrativa. Es un trabajo muy amplio, envuelve numerosas dimensiones que vamos captando de a poco.
El conocimiento va siendo construido a lo largo del proceso a partir de las experiencias que las personas van teniendo. Es un trabajo que se entiende más allá de la lógica, buscando asociar sentimientos, intuición y conocimiento científico. Es una práctica muy antigua que existe desde que el ser humano comenzó a usar su conciencia para mover la energía. Está profundamente vinculado a la salud y a la espiritualidad y nos liga a diversas tradiciones y culturas.
Existen diversas formas de trabajar con healing. La metodología y sistematización que venimos experimentando fueron desarrolladas por Bob Moore a lo largo de más de 30 años de estudios e investigación en el Center Psykisk, Dinamarca.
Isis da Silva Pristed y Karl Erik fueron parte de este trabajo y continuaron investigando y profundizando en San Salvador de Bahía, Brasil.
Como dijimos significa cura, no en el sentido de curar una dolencia física o síntoma, en este contexto tiene sentido de transformación, de cambio personal, de sentirse más íntegro o entero en un proceso de integración que envuelve a varios niveles del ser.
Procuramos investigar, sentir el movimiento de la energía dentro del cuerpo físico y también fuera de él y de nuestro campo energético. Es un proceso profundamente personal, guiado por la individualidad de cada uno.
Lo que se busca es crear una apertura para que, naturalmente, la dimensión espiritual, ligada a nuestras cualidades esenciales, pueda penetrar e influenciar nuestras dimensiones más condicionadas y bloqueadas y se pueda expresar a través del cuerpo físico, proporcionando un redireccionamiento en la vida, para poder utilizar nuestra energía en forma productiva y creativa.
Lleva necesariamente a una transformación, a partir del contacto con la energía y el ingreso de ella a nuestras cualidades espirituales en el plano físico.
Esta penetración energética promueve una confrontación con nuestros patrones emocionales (ego) que limitan e impiden nuestro movimiento más libre.
Este proceso es importante porque nos ayuda a conocernos, liberando expectativas, proyecciones e imágenes. Asumir nuestras verdades es la base para que el contacto con nuestras dimensiones espirituales pueda tener lugar.
Durante el proceso intentamos mover las limitaciones emocionales, trabajando con puntos o áreas de energía en nuestro cuerpo físico y sutil. Esto posibilita traer a la conciencia nuestros bloqueos energéticos y emocionales, para que las energías bloqueadas en sus respectivos patrones de conducta puedan ser incluidas e integradas, permitiendo que la energía fluya más libremente en todo nuestro ser.
Cuando liberamos un bloqueo, es necesario colocar otra cualidad vibratoria en las áreas liberadas para que ocurra un cambio real.
Con el contacto de la energía de nuestra individualidad podemos encontrarnos con áreas liberadas produciendo cambios de actitudes y crecimiento personal.
El proceso de healing y sus estructuras básicas
Nuestro campo energético engloba el cuerpo físico, el etérico, el emocional, el mental y el espiritual.



La salud del cuerpo físico depende del fluir de la energía en varias dimensiones del ser, el cuerpo etérico tiene un papel importante en este proceso. El cuerpo físico y el cuerpo etérico son interpenetrantes, el etérico hace de puente entre el cuerpo físico y el sutil.

Las dimensiones espirituales necesitan del físico para expresarse. Así tenemos que tomar nuestras estructuras más disponibles, relajando el etérico para conseguir mover la energía. Cuanto más logramos relajarlo, más nos acercamos a niveles profundos del etérico, liberando memorias o energías bloqueadas que pueden ser trabajadas e integradas, disponiendo así de más energía para ser ligada de forma constructiva en la vida.
El cuerpo etérico es un cuerpo de memorias y energías pránicas, no tiene control propio y tiene un reservorio de energía que puede ser usado por todas nuestras dimensiones.
El cuerpo etérico tiene corrientes de energía que están presentes desde la concepción y conecta áreas diferentes del cuerpo físico y el sutil.





Estas corrientes tienen sus movimientos condicionados por los pensamientos y sentimientos directamente relacionados con los estados de salud del individuo.
Las corrientes etéricas son normalmente controladas por el cuerpo emocional, en sus repeticiones o vicios emocionales que forman el ego.
Los chakras son centros del cuerpo físico y del etérico que mueven mucha energía pránica, un cuantum de energía que ayuda al progreso y desarrollo de la apertura de la conciencia. Ellos mantienen la vida de nuestro cuerpo físico, en cuanto más desbloqueados estén más vitalidad y posibilidad real de expresión tienen las personas.

Los siete chakras principales tienen un significado importante en el uso de la energía.
Los tres chakras inferiores (raíz, hara, plexo) son de extrema relevancia para comprender a los otros tres chakras superiores (garganta, pineal y coronario) todo lo que sucede en los chakras inferiores se refleja en los superiores. El chakra cardíaco se encuentra en el medio, balanceando este movimiento, está fijado a nuestros sentimientos y es el que nos da la dirección de lo que es verdadero para nosotros y es también el primer chakra que nos da contacto con nuestras cualidades espirituales.
El movimiento de balanceo o equilibrio energético entre el chakra de la raíz, el cardíaco y el pineal es fundamental dentro del proceso de healing.
El chakra de la raíz tiene una relación con la base de la vida física, con todo lo que hacemos en el día a día, trabajo, familia, relación con las personas y en el ambiente en donde nos desenvolvemos, etc.
En el proceso de desenvolvimiento energético es necesario responsabilizarse sobre lo que creamos en el cuerpo físico (raíz) vinculado al chakra cardíaco.
Es preciso ver que nuestro hacer está vinculado a nuestros sentimientos profundos. Si estamos siendo coherentes, se producirá un equilibrio entre el chakra de la raíz y el chakra cardíaco, lo cual abrirá un camino hacia la base de la espiritualidad. Esta base está relacionada con el chakra de la pineal que es un área de percepción y síntesis, de discernimiento y de dirección de la vida.
Estos tres movimientos nos dan la posibilidad de combinación e integración para promover una coherencia entre el sentir y el pensar.
Estos tres chakras (raíz, cardíaco, pineal) están relacionados a tres polaridades conectadas con la tierra.
La estructura de las polaridades ejerce una influencia en el movimiento de nuestro campo energético, en nuestro equilibrio emocional y en nuestra expresión. Tenemos también las polaridades verticales, relacionadas al movimiento del lado derecho e izquierdo del cuerpo y el movimiento central relacionado a la columna vertebral.
Existe un constante cambio de energía entre estas seis estructuras, en tanto los movimientos de las polaridades horizontales estén más equilibrados, lo mismo ocurrirá con nuestras polaridades verticales.
La armonización del todo se produce cuando un movimiento central permite el fluir de nuestras cualidades espirituales en la columna vertebral, y a su vez esto ocurre cuando un movimiento más equilibrado entre las polaridades produce una apertura en el chakra cardíaco, posibilitando así el inicio del desenvolvimiento espiritual de la persona. Como podemos ver el chakra cardíaco tiene un papel importante dentro del movimiento de nuestro campo energético. Es el centro hacia donde todo converge, funciona como un halo entre nuestras diferentes dimensiones y estructuras, balanceando, equilibrando y haciendo síntesis.
En el contacto del chakra cardíaco con nuestros sentimientos podemos profundizar la percepción de diversas dimensiones, con todo lo que ellas contienen. Este centro de energía, el chakra cardíaco, funciona como un puente entre la expresión de nuestras cualidades espirituales y el nivel físico, y está profundamente vinculado a nuestras individualidades.
La individualidad es un área de cúmulo energético localizada en el cuerpo de la mente, más o menos a unos 40 o 60 cm arriba de la cabeza, ligada al movimiento de nuestras cualidades espirituales. El contacto con el área de la individualidad es esencial para el proceso de healing, porque nos da el soporte para ir a contactar con algunas estructuras emocionales bloqueadas y posibilitar su expresión.
A través del movimiento de estas cualidades energéticas conseguiremos modificar la energía para llegar a niveles más profundos como el de la conciencia suprema (healing) .
El cuerpo de la mente es delineado por el chakra cardíaco y el área de la individualidad. Es una estructura relacionada con el cuerpo espiritual a un estado progresivo de la conciencia. Contiene nuestras creencias y las cualidades esenciales y abarca todas las experiencias de nuestro ser. Estas dimensiones son dirigidas por nuestra individualidad, que tiene los instrumentos para controlar, transformar y purificar la energía de nuestros niveles más profundos. A partir del contacto con el cuerpo de la mente podemos promover el movimiento de energía en healing.
La práctica de meditación permite un proceso a través de lo que nos vamos nutriendo en el contacto con dimensiones cada vez más progresivas en nosotros. El healing constituye por lo tanto un abordaje de desenvolvimiento personal, donde procuramos combinar todos los movimientos de nuestro campo energético, armonizar e integrar a varias estructuras contenidas en los diversos niveles de nuestra conciencia, educando a nuestro movimiento energético, para que nuestra individualidad se manifieste. Es un proceso de continuo crecimiento y transformación que nos ayuda y nos rescata, acrecentando nuestras libertades, a través del encuentro con nuestras verdaderas expresiones y posibilitando el ejercicio de nuestro potencial creativo con nosotros mismos y en relación con los otros.
El Healing es por lo tanto una forma de vivir y de estar en el mundo.

ORIGENES DE LA BIOENERGÉTICA Y EL HEALING

El doctor Alexander Lowen, (EEUU), médico psiquiatra, en 1940 asistió a un curso de Wilhelm Reich sobre el análisis del carácter. Este fue el punto de partida desde el cual el Dr. Lowen recreó lo que Reich llamaba vegetoterapia, y lo llamó bioenergética, técnicas psicoterapéuticas basadas en la hipótesis de que existe una energía fundamental en el cuerpo humano que se manifiesta tanto en los fenómenos psíquicos, como en el movimiento somático. Implica además entender la personalidad humana en términos del cuerpo y de sus procesos energéticos. Estos procesos son la producción de energía a través de la respiración, el metabolismo y la descarga de energía básica en movimiento. Todos estos procesos constituyen las funciones de la vida.
Se trabaja corporalmente para llegar al conflicto psicológico a través del análisis de las corazas corporales y de esta manera lograr la cura.
La bioenergética busca que la energía vuelva a circular y las personas queden libres para continuar su proceso de cambio, liberando las emociones profundas para poder expresar los sentimientos por medio de sonidos, movimientos y expresiones corporales que permitan poner afuera su emoción contenida-reprimida. Ayuda a las personas a experimentar su rabia, su tristeza, su ansiedad, y ayuda a su vez, en algunas circunstancias, a expresarla a través del llanto.
La cantidad de energía que tiene una persona y el modo como la usa son objeto de constante evaluación en la terapia. También se incluye la sexualidad como una de las funciones básicas del cuerpo como son la respiración, el movimiento, el tacto y la expresión de la propia personalidad.
Al reconocer que el cuerpo es la persona, su salud tiene que estar reflejada en el cuerpo. Este concepto de salud, como ya dijimos, se relaciona con la gracia de los movimientos, la belleza y armonía de las formas y con la vivacidad de la expresión. Así es como la salud mental se refleja en la vitalidad del cuerpo, en el brillo de los ojos, en la temperatura de la piel, en el color, en la espontaneidad de la expresión y la vibración del cuerpo.
Wilhelm Reich fue el primero que exploró esto de los canales energéticos. A partir de la idea de que las personas actuaban desde lo caracterial y no desde lo esencial, utilizó el contacto directo con el cuerpo del paciente para aliviar las tensiones musculares que obstaculizaban su capacidad de entregarse a sus sentimientos, permitiendo que se produjese el reflejo del “orgasmo”. De esta manera lograba que la respiración del paciente fuera más libre y profunda.
El procedimiento de la presión física facilitaba el fluir de los sentimientos y la recuperación correspondiente de los recuerdos y contribuía a acelerar el proceso terapéutico.
En 1953 el Dr. Lowen se asoció con el Dr. John Pierrakos, quien había sido paciente del Dr. Reich y en ese momento acababa de terminar su residencia psiquiátrica. En el año siguiente se les unió a ellos el Dr. William Walling, con una formación análoga. Al principio los tres iniciaron una asociación con un programa de seminarios clínicos.
En 1956 surgió formalmente el Instituto de Análisis Bioenergético en la ciudad de Nueva York. Lowen nunca formó parte del grupo de seguidores de Reich por considerar a sus seguidores muy dogmáticos y jerárquicos.
Lowen creo y desarrolló su propia terapia corporal, convencido de que realizaba lo que Reich había tenido en mente buena parte de su vida.
El creador de la técnica de healing (curar) cuyos escritos datan de 1945, es el dinamarqués Bod Moor. Nunca quiso escribir ningún libro, sólo tenemos conferencias, porque él dice que el healing es algo que tiene que ver con el automovimiento, ya que es de acuerdo a cada persona, de acuerdo a lo que va a trabajar, y cómo lo va a trabajar, lo que se va a producir. Coloca en el individuo su propia responsabilidad en el tratamiento o la búsqueda.
También dice que cuando él creó el método pasaban ciertas cosas y hoy pasan otras, por lo tanto es previsible que todo se siga modificando.
Desde el momento en que la tierra tiene un movimiento energético, va a producir, por ejemplo en el 2007, algo distinto al momento en que él enunció sus ideas, en 1945. No es lo mismo porque el planeta estaba en otro canal energético.
Conjuntamente con Pierrakos y a partir de lo que les decía Reich fueron creando los ejercicios, basados en observaciones sobre sí mismos, ya que descubrían qué carácter tenían y por qué. El carácter se forma de acuerdo a la historia, además de algo de lo que uno trae, desde lo genético.
Es desde la biosíntesis, por ejemplo, que para David Boadela lo patológico del ser humano ya se enraiza en el útero materno. Para analizarlo va a indagar cómo fue conformado ese ser, si fue o no deseado, cómo estaba la madre en ese momento, va a investigar cómo fue la creación de ese ser.
Lowen trabaja más con lo caracterial visto en el aquí y ahora, con el carácter que se ha conformado, lo que ve, lo que escucha. Él comienza su observación desde el nacimiento, ya que piensa que es a partir de ese vínculo materno o paterno desde donde se van configurando los distintos caracteres.
Otro autor, desde el psicoanálisis, Winnicott toma el tema de los niños, sobre todo trabaja sobre cómo fue el acunamiento de ese ser, cómo fue recibido en los brazos, cómo fue el contacto de esa mamá, y cómo el chico se enraiza en la tierra. Winnicott dice que a partir de ese contacto, de ese acunamiento de la madre, es cómo este ser se va a enraizar en la vida. Entonces llevándolo a la bioenergética y a la biosíntesis, es también cómo fue acunado en el útero materno y después cómo fue acunado en los brazos maternos, ese contacto visual, el amamantamiento, cómo fue eso para que ese ser pueda estar enraizado en la tierra. Cuando hay un bloqueo ocular, no hay un contacto, cuando ese acunamiento en el momento del amamantamiento, el contacto mamá-hijo no se da, hay un bloqueo, un bloqueo ocular y a partir de ese bloqueo ocular aparece una patología.
Como conclusión podemos decir que el objetivo del análisis bioenergético es ayudar al individuo a recuperar su cuerpo para que pueda desde allí disfrutar mejor de la vida. Por lo tanto esta práctica incluye el trabajo corporal y su lenguaje en el proceso analítico. El abordaje mental y corporal de los problemas emocionales, al trabajar esta combinación de cuerpo y mente, ayuda a las personas a resolver sus problemas emocionales, así como también a aumentar su potencial para el placer y la alegría de vivir.

 

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